Penicilina-gliclado es un antibiótico utilizado en el tratamiento de infecciones bacterianas. Su acción se centra en combatir bacterias sensibles, siendo especialmente eficaz en el manejo de infecciones graves como la neumonía, endocarditis y ciertas infecciones de piel y tejidos blandos. Este medicamento se administra generalmente por vía intravenosa, y se utiliza en entornos hospitalarios bajo la supervisión de profesionales de la salud.