En la esquina superior izquierda, encontramos el emblema de la empresa proveedora y nos proporciona información sobre la entidad que nos brinda el servicio (nombre comercial, número de identificación fiscal y ubicación).
En el rincón superior derecho, visualizamos los datos relativos al monto de la factura. Esto nos permite, a simple vista, conocer el importe a pagar. Junto al importe, se especifica el número de factura, que resulta útil en caso de requerir una reclamación; el período de consumo, que abarca desde un día de un mes hasta un día del mes siguiente; y la fecha de cargo en la entidad bancaria del importe correspondiente.
En la esquina inferior izquierda, encontramos un resumen de la factura, que detalla cinco aspectos:
La suma de estos cinco elementos da como resultado el monto total de la factura.
Por último, en la esquina inferior derecha, se indican el nombre del usuario y la dirección de suministro.
La información detallada sobre el consumo nos presenta dos aspectos clave: la lectura previa y la lectura actual. Al analizar la variación entre ambas, podemos evaluar el consumo realizado durante el último mes.
Este desglose también nos indica si las lecturas son reales o estimadas. Con la implementación de los medidores inteligentes, la gran mayoría de las lecturas son ahora lecturas reales, eliminando la necesidad de que alguien visite nuestro domicilio para leer el contador, ya que en la mayoría de los casos, el consumo se registra de forma telemática.
En situaciones donde una persona no se encuentra en el domicilio durante la lectura del contador, se utiliza una lectura estimada basada en el historial de consumo. Posteriormente, cuando se realice una lectura real, se efectuará el ajuste correspondiente.
Este desglose también incluye un gráfico representativo de la evolución del consumo, que generalmente abarca hasta catorce meses anteriores. Este gráfico proporciona una representación visual de cualquier aumento o disminución en el consumo de energía.
Los consumos deben desglosarse en columnas correspondientes a los diferentes periodos tarifarios existentes.
Esta sección de la factura proporciona detalles sobre el titular de la cuenta, la dirección del punto de suministro eléctrico y el tipo de contrato vigente (mercado libre o mercado regulado). Además, ofrece información sobre el tipo de medidor instalado, la empresa distribuidora y la empresa comercializadora, junto con el número CUPS (Código Unificado del Punto de Suministro).
Asimismo, se incluye el número de teléfono para atención al cliente, el número de teléfono para reportar averías y situaciones de urgencia, una dirección postal para presentar reclamaciones, así como los organismos de las comunidades autónomas encargados de resolver disputas con las compañías eléctricas. También se reserva un espacio para los datos de la cuenta bancaria y otros métodos de pago disponibles.
Esta sección de la factura también se presenta de forma visual, mediante un gráfico en forma de tarta con colores que proporciona a los usuarios una visión clara de cómo se distribuye el dinero que están pagando. Se divide en tres segmentos que indican la proporción destinada a los impuestos aplicados, el costo de producción de la electricidad y los costos regulados. Estos últimos engloban incentivos para energías renovables, peajes y otros costos regulados.
En esta sección se desglosa cada uno de los conceptos que el consumidor abona mensualmente. La factura incluye el costo de la potencia contratada, el gasto por la energía consumida, el peaje de acceso (que engloba los costos asociados al mantenimiento de la red eléctrica) y el coste de la energía. Además, se proporciona un desglose detallado de cada uno de estos costos, así como del alquiler y los impuestos correspondientes.
El peaje de acceso representa la parte de la factura destinada a cubrir los costos de acceso a la red eléctrica, incluyendo el transporte y la distribución de la energía hasta los hogares, así como los procesos de comercialización. Este peaje de acceso se refleja tanto en el costo de la energía consumida como en el de la potencia contratada. Estos costos tienen tarifas fijas establecidas por el Ministerio y varían en función de la potencia contratada.
Si en la factura se aplican descuentos u otras bonificaciones, como el bono social, estos descuentos también se detallarán en esta sección.
La Unión Europea implementó la liberalización del sector eléctrico para prevenir la formación de monopolios, lo que dio origen al mercado eléctrico libre, en el que cualquier empresa puede competir.
En el mercado regulado, el Gobierno establece el precio y controla los costos de los peajes de acceso (que abarcan el mantenimiento de la red eléctrica) y los impuestos (como el impuesto especial sobre electricidad y el IVA). En cambio, en el mercado libre, las empresas pueden ofrecer sus propios precios, a excepción de los impuestos.
Los consumidores tienen la opción de elegir entre el mercado regulado y el libre. En el mercado regulado, la tarifa predominante es la PVPC, que varía diariamente y por horas según la demanda (siendo más económica en momentos de menor demanda). Esta tarifa no impone permanencia y permite cambiar al mercado libre en cualquier momento. Solo es aplicable para consumidores con menos de 10 kilovatios de potencia, lo que es común en hogares (las empresas deben optar por el mercado libre).
En el mercado libre, la empresa comercializadora, que emite las facturas, puede ofrecer descuentos, aunque estos se aplican únicamente al costo de la energía, ya que los precios de los conceptos fijos en la factura son iguales tanto en el mercado libre como en el regulado.
Para todos los consumidores, se implementa un sistema de tarifas con discriminación horaria tanto en términos de potencia como de consumo de energía. Esto significa que los precios variarán según el horario de consumo (punta, valle o llano).
Se establecerán precios diferenciados por tramos horarios tanto para la potencia como para el consumo eléctrico.
El objetivo principal de esta medida es promover una mayor eficiencia energética al ofrecer precios diferenciados según las horas de consumo. La idea es fomentar el uso de las horas nocturnas (período valle), cuando la demanda de energía es menor.
Al recibir su factura de electricidad, puede seguir estas prácticas recomendaciones para verificar que todo esté en orden y evitar pagar de más en su factura mensual:
