Cyclophosphamide es un medicamento utilizado principalmente en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, como el linfoma y la leucemia, así como en enfermedades autoinmunitarias como el lupus eritematoso sistémico. Actúa como un agente alquilante, interfiriendo en la replicación del ADN y, por lo tanto, inhibiendo el crecimiento de células malignas y modulando la respuesta inmunológica.