Alfa-1-antitripsina es una proteína producida principalmente en el hígado que juega un papel crucial en la protección de los tejidos pulmonares y otros órganos de los daños causados por las enzimas. Su uso médico principal se centra en el tratamiento de la deficiencia de alfa-1-antitripsina, una condición hereditaria que puede llevar a enfermedades pulmonares, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), y a enfermedades hepáticas. Este medicamento se administra generalmente por vía intravenosa para aumentar los niveles de esta proteína en el organismo.