Isoniazida-piridoxina es un medicamento utilizado principalmente en el tratamiento de la tuberculosis. La isoniazida actúa como un antibiótico que combate las bacterias responsables de esta enfermedad, mientras que la piridoxina (vitamina B6) se incluye para prevenir efectos secundarios asociados a la isoniazida, como la neuropatía. Este tratamiento es esencial para garantizar la eficacia de la terapia antituberculosa y minimizar riesgos en los pacientes.